lunes, 19 de noviembre de 2007

Promesas del Este

David Cronenberg demuestra otra de vez, después de la sobresaliente “Una Historia de Violencia”, que sus virtudes van más allá del género fantástico y que todo lo que quiere hacer lo hace fantásticamente bien.

Promesas del Este recupera el género del cine negro para contarnos una historia íntima, cruda y sencilla. Una enfermera, interpretada por Naomi "Kong" Watts, de la planta de partos en un hospital londinense ayuda a dar a luz a una niña cuya madre muere durante la operación. Lo único que acompaña a la madre indocumentada es un pequeño diario escrito en ruso. Las pesquisas para traducir el diario para que la enfermera pueda llevar a la niña con su familia la llevan a relacionarse con la mafia rusa: un caudillo, su hijo y el chofer de éste que parece ser más de lo que aparenta.

La película es prácticamente un puzzle, un puzzle que hay que construir a ciegas y que hasta el último momento no sabes si las piezas encajan y que tipo de fotografía podrá verse al final. De hecho, Promesas del Este empieza con un asesinato y no es hasta que ha avanzado mucho el metraje que esa muerte cobra sentido. La trama de la enfermera tampoco tiene mucho sentido hasta el final, siendo lo más interesante el oscuro personaje interpretado por Viggo Mortensen, Nikolai. Este actor crea un personaje lleno de matices y, gracias al elaborado guión de la película, no sabemos ni al terminarla si el chico es de los buenos, de los malos… o de los peores.

Y es que la mayor virtud de esta película es la insinuación. Muestra lo suficiente para que puedas hacerte una idea, pero en realidad no puedes estar seguro de nada… ni siquiera de que el diario sea real. Estaba pensando yo en el personaje de Kirill, interpretado por Vincent Cassel. En algunos momentos de la película es acusado de ser homosexual, y en realidad la película no deja claro si lo es o no lo es… de hecho podría serlo, y eso no importaría en la trama, en realidad, por tanto Cronenberg no se molesta en desmentirlo, quedando el personaje desdibujado, como esas manchas psiquiátricas en las que es más importante lo que el paciente cree ver.

Otra insinuación es el ya comentado personaje de Viggo. Tiene momentos que lo humanizan y lo alejan de los supuestos villanos de la película, pero en realidad, al final de la misma, parece que lo único que pretendía era quedarse con todo el entramado criminal de la mafia rusa en Londres.

Todo es excelente, cuando más pienso y escribo sobre ella más matices maravillosos le encuentro. En un momento de la película la protagonista no puede arrancar su moto, Nikolai intenta ayudarla, pero no lo consiguen y ella tiene que ir en transporte público. Más tarde aparece el personaje de Viggo poniendo una goma en su sitio y posteriormente se la devuelve a su dueña. ¿Quitó esa goma el mismo Nikolai para poder reencontrarse con ella? Puede que si, puede que no… como esas manchas psiquiátricas en las que es más importante lo que el paciente cree ver.

Por lo que la película será realmente recordada es por una pelea en los baños entre unos mafiosos y Nikolai. Es una de las mejores y más brutales peleas que he visto en cine y es mérito tanto del equipo como del propio Viggo que aceptó hacerla totalmente desnudo y eso aporta credibilidad, fuerza y fiereza a la escena. Así que sólo puedo decir una cosa al respecto “olé tus cojones, Viggo”, ya que dudo que muchos otros actores se hubieran atrevido.

Una estupenda película para ver una y otra vez y descubrir nuevos matices escondidos tras la sombra de una nueva historia de violencia.

Ficha de Promesas del Este en Imdb



SithWolf

1 comentario:

Brie dijo...

A mi también me gustó mogollón. Además iba de rusos (mi debilidad, aunque os metáis conmigo). Y es cierto, la escena de los baños públicos es genial, angustiosa y muy bien hecha. Por cierto, ¿cuantos años tienes el Viggo este? ¡cuantas hora de gimnasio, qué fibrao :o!