Evolution

El otro día A3 nos ofreció, por la noche, Evolution. Como no tenía ganas de acostarme a las 4 de la madrugada y me apetecía ver la película sin interrupciones inacabables... fui a la estantería, busqué en la sección de buenas comedias y decidí verla con un buen bol de palomitas.

Y es que Evolution es buena. Si dices que te gusta Evolution escucharás, normalmente, una exclamación con cara de haber comida limones tal que así: "tío! pero si es una puta mierda". Entonces, esto es casi un ritual con muchas comedias, os pondréis a recordar varios momentos de la película y empezareis a reír y decir "sí! tíiiio, que bueno esto! y lo otro! y lo de más allá!". Esto es lo que le pasa a Evolution, y por tanto es una buena comedia.

Ivan Reitman, el director, es un prodcutor de toda la vida que en ocasiones ha sentido la tentación de las cámaras y se ha puesto manos a la bora, con mejor o peor suerte; casi peor, ya que suyas son Los gemelos golpean dos veces, Los Cazafantasmas II, Junior o la infumable Seis días, siete noches.

Pero Evolution es diferente.

Cuenta, en primera instancia, con el dúo protagonista formado por David Duchovny (el famoso agente Fox Mulder de X-Files) y Orlando Jones, encargado de provocar e interpretar los momentos más ilarantes de la película, como el del mosquito que se le mete por el recto, sus comentarios sexistas o mil, o su falta de escrúpulos o desvergüenza a la hora de demostrar que tiene de científico lo mismo que de blanquito. A estos dos desinhibidos solteros para los que la edad sólo a servido para darles canas y arrugas pero ni por asomo el más sutil sentido común, se les une el personaje de Juliane Moore. Una científico con un grave problema de visión cercana, que provoca sin motivo argumental aparente, que se vaya pegando con todo lo que tiene alrededor.

Estos personajes tienen que descubrir y luego frenar, el rapídismo crecimiento de los seres vivos que evolucionan en la Tierra después de que un meteorito caiga en, como no, Estados Unidos.

Un poco menos acertado fue crear el personaje de Seann William Scott (el Stifler de American Pie) que por aquel entonces había adquirido cierta fama y parecía ser un buen reclamo. Su personaje, es soso, a su medida y aporta más bien poco humor a la película. Aunque todo eso queda suplido en los momentos finales gracias a la incorporación de Dan Aykroyd que llena la pantalla tanto física como interpretativamente... en todo momento da la impresión que no se había leido ni una sola línea del guión y que no dejaba de improvisar, pero esto sólo lo pueden hacer los grandes y él lo es (tanto física como interpretativamente).

En fín, Evolution es sencilla, y hace pasar un buen rato entre risas y momentos que considero antología de la comedia.



Ficha de Evolution en Imdb

SithWolf