lunes, 17 de diciembre de 2007

REC

De la mano de Jaume Balagueró, nos llega la sensación cinematográfica del año.

Si La Bruja de Blair rompió esquemas con su falso documental, REC está dispuesta a reinventar el cine de terror con una apuesta que, seguro estoy, creará moda.

La película empieza con las peripecias de una reportera grabando un programa en el que debe pasar la noche con los Bomberos de Barcelona; cuando parece que la noche no tendrá nada de excitante, una señal de alarma la lleva a montarse en el camión con dos bomberos. Una mujer de un bloque de pisos en una calle céntrica de la ciudad condal se ha puesto a pegar gritos como una loca y los vecinos han llamado a bomberos y policía. Lo que en un primer momento parece ser una típica situación de rescate e intervención sanitaria se convierte en un infierno cuando uno de los policías que había en el piso es atacado por la anciana. Al intentar salir para llevar al herido a un hospital descubren que han sido encerrados en el edificio por un posible problema de salud pública.

La película está totalmente rodada cámara al hombro, y además con la peculiaridad que esa cámara es de uno de los protagonistas, que se convertirá en el interlocutor directo con el espectador, no hay más visión que la suya… o de hecho, sería más ajustado decir que no hay más visión que la de la cámara.

Lo mejor de la película es como se ha usado esta forma de diseñar la película. El montaje es genial: cortes bruscos, pérdida de visibilidad, desenfoque, malos encuadres, pérdida de audición… todo lo que se puede hacer y deshacer con una cámara se hace y se deshace, permitiéndose incluso la curiosidad de “sufrir” la repetición de una escena tras rebobinar la cinta de la cámara.

Esta sensación de primera persona provoca la inmersión total en la película y es sobretodo la autosugestión la que provoca malas pasadas, presuponer en todo momento lo peor… incluso cuando parece que haya calma total en la película. Si lo que hay que hacer es pasar miedo, se pasa miedo… y se pormenoriza todo lo demás.


Si el fin justifica los medios

En la película lo pasas mal. Gracias a que sabes que vas a ver, en todo momento te esperas lo peor. Por ejemplo, en un momento de la película, la periodista se dedica a hacer entrevistas a los vecinos, no recuerdo a quien estaba entrevistando, pero por detrás había una señora mayor barriendo… pensaba: “ahora van a saltarle al cuello, ahora se la comen”.

La cámara es un espectador más, y no sabe donde tiene que enfocar, o de donde vendrá la acción, por tanto... cuanto menos y donde menos te lo esperas, ahí hay algo; y cuando no hay nada te lo inventas. A lo mejor el caso de antes no era tan evidente, pero cuando el policía abate a tiros a la anciana, te esperas que en cualquier momento se levante y ataque a la periodista y al cámara, eso es estado de tensión… y eso me gusta. Empezar la película como si me acabara de montar en el Dragón Khan (una montaña rusa) y mientras subes a la cumbre, pensar… “¿Qué hago yo aquí?, ¿porqué me he montado?” eso es sensacional.

Otra cosa que me fascina de REC es la sensación de estar viviendo la historia, como en una partida de Rol, y es que la película recuerda en muchísimos momentos y sobretodo al final, una partida cualquiera de Los Mitos de Cthulhu… “vayan tirando cordura, señores”.

Uno se mete en REC a pasar miedo y lo consigue… desde el principio hasta el final.


Si el fin no justifica los medios

Hacer una definición de arte no es nada fácil, sin embargo hacer la definición de una película debería ser más sencillo. Con REC la cosa se vuelve un poco más compleja y seguramente la definición que tenemos de película de cine no acabe de ajustarse. En la película lo único que importa es pasar miedo, para ello se sirven de un entorno natural común, con unos personajes muy comunes… todo ello para que nos sea fácil meternos en la película y creer en el falso documental.

Una vez empieza la trama propiamente dicha, comienzan las excentricidades argumentales, que hacen que la verosimilitud vaya perdiendo puntos a favor de la sensación de miedo. La enfermedad que provoca que la gente se vuelva agresiva cada vez tarda menos en actuar. Los comportamientos de los protagonistas no acaban de ajustarse a una realidad en la que la supervivencia es la única opción. A mi me hubiera gustado que realmente salir a la calle fuera un peligro, que alguien hubiera intentado salir y le hubiesen pegado dos tiros, porqué no acaba de entenderse como nadie lo intenta después del infierno desatado dentro del inmueble.

El cámara siempre tiene la cámara al hombro, aunque venga una vieja rabiosa zombie de ciento-veinte kilos a todo correr a por él. Es el más profesional de los cámaras. Entiendo que para una persona puede ser importante, incluso desde un punto de vista inconsciente, aferrarse a su realidad en un entorno totalmente irreal… “pase lo que pase tengo que seguir grabando”, es una manera de sentirse seguro. Pero en algunos momentos pasa a ser absurdo. A nadie, por ejemplo, se le ocurre coger la pistola del policía herido en primera instancia… seguramente porqué sería incluir elementos que no interesan en la trama.

Finalmente, el instinto de supervivencia puede hacernos ser increíblemente crueles incluso con aquellos a los que conocemos durante toda la vida (como en la genial escena de inicio de 28 semanas después, por tanto mucho más crueles seriamos contra aquellos que acabamos de conocer o contra compañeros de trabajo que igual hasta nos caen mal. En todo momento la nobleza de los “no infectados” es sobrehumana.

Todo esto se diluye gracias a la enorme parafernalia para crear tensión y miedo, pero no por ello convierte a REC en una buena película, si no en una buena experiencia para pasarlo mal… aunque posiblemente no permita revisiones, lo cual dice muy poco de una película.

Ya puestos, si lo importante es la experiencia ¿para que la trama? El peligro es hacer una película de 120 minutos con veinte escenas totalmente inconexas la una de la otra que nos cause terror, pero sin saber del todo que estamos viendo… como si nosotros mismos fuéramos los protagonistas de la visionaria La Naranja Mecánica, a punto de ser “reeducados”.

Yo no quiero ser “reeducado”, yo quiero que el director me haga sufrir con todas las cartas sobre la mesa y no con trucos sucios, como es el caso.


En definitiva

Así pues, a quien quiera pasar miedo le recomiendo la experiencia. Pero espero que no se ponga de moda, ni se cree una saga o algo similar… aunque mucho me temo que tal y como están las cosas eso es imposible de atajar.

Y ya está, no es culpa de la película, pero a partir de ahora ya tenemos ración doble de falta de originalidad; por lo pronto, en noviembre comenzó a rodarse el remake americano… ¿para que currarse historias interesantes o guiones geniales? Para pasar miedo sólo hace falta una cámara al hombro y un montaje agresivo, como si de la industria del porno se tratase, lo más importante será excitarse… aunque de otro modo, claro está.



Ficha de REC en Imdb

SithWolf

9 comentarios:

Brie dijo...

A mi me hizo pasar canguele y taparme los ojos con la bufanda, así que olé, es lo que quería... aunque me pasé media película deseando que acabara de una vez, qué sufrimiento!!
Por cierto, se te ha olvidado comentar lo de los Zombies y el Copyright! :D

SithWolf dijo...

Cierto... aunque de todas maneras no hubiera sabido donde incluirlo.

Lo que ocurre sobre los zombies y el copyright es que no entiendo como nadie hace referencia a la cultura popular de los muertos vivientes en estas películas. ya pasó en 28 días y en 28 semanas después... por eso me pregunto si se debe a algún tipo de copyright, aunque supongo que es una forma de alejarse de la típica visión de los zombies de movimiento pesado.

SithWolf

Gaby dijo...

Bueno, otra pelicula que tendré que ir a ver sola (a mis amigos no les gusta mucho asustarse en el cine), como fan de la bruja de blair y del ojo (la original, no el refrito), este tipo de peliculas me fascina. La sensación de que en cualquier momento va a pasar lo peor es genial... Estaré pendiente de cuando la pongan en cartelera en México.

P. Ramos "Poncho" dijo...

Sorprendentemente me gustó, no esperaba cine de terror español tan bien logrado. Muy bien el seguimiento de cámara al hombro, propulsada por el maestro Spielberg en su magnifica obra de arte "Soldado Ryan".

Salu2

JL dijo...

No creo que Rec engañe a nadie. Es una película de serie B de zombies sin mayor pretensiones ni posibilidades, y dentro del género está francamente bien. Da miedo, te mantiene en tensión, y tiene buenos detalles, como el buen retrato de la zona.

Eso sí, triste época vivimos si un producto como éste tiene que sentar escuela y ser imitado.

Anónimo dijo...

Que decir que coincido con vosotros, es una peli sencilla donde las haya , pero no hay que negar que para ser española esta muy bien hecha.
El tema de la camara esta ,como dices, bien logrado aunque ocasiona mas de un mareo...

El que de miedo , uf, ya es mas discutible :D no soy ni lo he sido nunca , un amante de las pelis de miedo es mas, me pego un tercio de la peli sin mirar ...sin embargo en esta solo lo tuve que hacer una vez y por que ya se olia lo que pasaria (la niña de la trampilla y el 360 con la camara xD)

Brie dijo...

este blog también!!! :D

Anónimo dijo...

Me repatea los higados cada vez que oigo (en este caso leo) a alguien decir: para ser española no esta mal o gilipolleces parecidas (lease "para ser española esta muy bien hecha"). Es que me irrita tanto..

La peli esta bien, la periodista histerica tiene un timbre al gritar bastante irritante y sobreactua un pelin.

Totalmente deacuerdo con lo de la trampilla y el 360, previsible 100%, pero.. y la tension del momento?

Para mi una buena pelicula, aunque eso si, colleja para el que hizo el casting!

P. Ramos "Poncho" dijo...

¿Hay alguna película española buena?
No me parece una gilipollez, sino una realidad. Tendrás los higados muy repateados hamburg...