La verdad es que esta es una película que me daba miedo ver. El tema me tiraba para atrás, el protagonista me tiraba para atrás y no había ningún elemento que favoreciera el hecho de verla. Ni siquiera el director, Peter Weir, me decía gran cosa con sus pomposas El Club de los Poetas Muertos o La Costa de los Mosquitos, aunque Gallipolli me encanta.
Es una de esas películas que vi en la estantería de oportunidades del Fnac y, porque no, decidí darle una oportunidad.
Empecé a verla y acabé por disfrutarla. Tengo que decir que me encantó. Cierto es que, tengo cierta debilidad por las películas de camaradería, de cualquier estilo menos en la comedia, pasando de Cadena Perpetua al Club de la Lucha, se me ocurren un montón. En esta película la camaradería la lelvan el protagonista, Russell Crowe y su amigo médico, Paul Betanny, que antepone su amistad a sus diferencias sobre como tiene que llevar su misión el capitán protagonista. La verdad es que los dos interpretan muy bien cada uno de sus papeles.
Luego está la historia, toda película tiene que tener una historia y esta la tiene... pero pasa a estar en segundo plano. Lo realmente importante es la motivación de cada uno de los personajes en ese contexto que crea la historia: durante las guerras napoleónicas, Jack Aubrey, el capitán del HMS Surprise al servicio de su majestad, debe dar caza al buque insignia de la flota francesa, el buque Acheron, que es muy superior a su perseguidor. Esto se demuestra ya al inicio de la película y todos los tripulantes del Surprise son conscientes de que nunca podrán dar caza al Acheron sin la pericia del capitán Aubrey. Cuando esta pericia se convierta en ira ciega, será su amigo, y médico del Surprise, Maturin quien le ayude a superarse, sobreponerse y actuar con frialdad y maestría.
Ya en este punto, podemos suponer como acaba la historia, pero como he dicho antes lo importante no es la historia de estos dos buques, si no las relaciones que transcurren en el HMS Surprise, entre el capitán y su mejor amigo, el capitán y su tripulación y la tripulación entre si.
La puesta en escena es formidable, uno de los puntos fuertes de la película, junto a la fotografía, gracias sobretodo a las bellísimas imágenes de las costas de suramérica. Otra cosa por la que disfrute la película es una curiosidad de los personajes protagonistas, uno de lso toques que crean su trasfondo. Ambos son músicos, el personaje de Crowe es violinista y el de Battany violonchelista (ambos tuvieron que entrenar duro para tocar sendos instrumentos) y tocan música de cámara en, como no, la cámara del capitán. Gracias a ellos descubrí a Boccherini, un compositor italiano del siglo XIX, con un repertorio impresionante.
Así que la película me divirtió, me ilustró dado su afán en dar todo lujo de detalles a la vida en un buque de guerra, y me hizo conocer a una joya de la música clásica. No puedo hacer nada más que estar totalmente agradecido.
Ficha de Master and Commander en Imdb
SithWolf
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me parece genial eso de que "La verdad es que los dos interpretan muy bien cada uno de sus papeles.". Lo raro sería que cada uno interpretara muy bien el personaje del otro :D
Bueno, tampoco he visto esta peli, y tengo que reconocer que no lo he hecho por el palo que me daba... pero si está bien... haremos caso al consejo del Chef :)
Aparte de lo que comentas me gusto el conflicto que se produce entre ciencia y guerra.
Encuentran una isla llena de especies nuevas, pero la batalla es lo primero, y tienen que dejar atras descubrimientos que daban mucha fuerza a la teoria de la evolución, al fin y al cabo, son un barco de guerra.
Publicar un comentario