Viendo la que se lio hace poco con comentarios sobre Casino Royale, me he puesto manos a la obra y la he vuelto a ver para poder comentarla... me he reido mucho, tanto como cuando la vi en el cine, pena que no sea una comedia, si no una película de James Bond.
Una breve introducción al fenómeno
Casino Royale (1952) fue la primera novela del novelista inglés Ian Fleming en la que presentaba a su personaje más carismático, James Bond. El personaje de Bond tuvo cierta repercusión y Fleming acabó escribiendo 14 novelas, la última en 1966. Sin embargo, cuando comenzó la verdadera leyenda de este personaje fue con la llegada al cine de la mano de un, por aquel entonces, joven Sean Connery con Dr. No de 1962. Por ahora se han hecho 21 películas de James Bond, siendo los más representativos el mismo Sean Connery y Roger Moore, que lo sucedió en 1973 con Vive y Deja Morir.
Durante el periplo de Sean Connery, apareció en una sola película un nuevo rostro para el agente 007, George Lazenby lo interpretaría en Al Servicio de su Majestad (1969). Después de la serie de Roger Moore, apareció Timothy Dalton en dos películas. Después de aquello pareció que James Bond había terminado trágicamente. Sin embargo seis años más tarde, Pierce Brosnan rescató el personaje, aportando savia nueva y fresca a la franquicia. Tras cuatro películas de buen nivel Pierce Brosnan fue relegado para que Daniel Craig mostrara a un nuevo Bond, en la primera novela De Ian Fleming, Casino Royale.
James Bond en Matrix
Como Casino Royale es la primera novela de Ian Fleming, el personaje se reinventa a si mismo y todo vuelve a empezar. En la película vemos como un novel James Bond consigue su código 00 y empieza su carrera como agente con licencia para matar. El problema de todo esto es que en ningún momento se explica de un modo claro el hecho de que estemos renovando tanto el personaje. Hasta la fecha, cambiaba la cara, pero Bond, seguía siendo Bond. En esta película es como si las otras no contaran.
Sin embargo la cosa no funciona. El hecho de que la película tengo el mismo funcionamiento que las otras, como la espectacular entrada de los títulos de crédito, la banda sonora, o la inclusión de antiguos personajes interpretados por los mismos profesionales que en las otras películas, como el caso de M, hace que no puedas quitar de tu cabeza las otras películas y todo se vuelva una especie de batiburrillo virtual, donde James Bond se ha comido la pastilla azul y ahora está en una realidad paralela.
Este no es mi James Bond
No os hagais ilusiones. Este no es un James Bond más fiel a las novelas ni nada parecido. Es más fiel, simplemente, a los tiempos que corren, donde las cosas tienen que ser mucho más reales y no se puede dejar volar la imaginación y la fantasía sin ton ni son. Tanto es así que personajes vitales para la serie, como Q, han sido borrados del mapa. Los cachivaches tecnológicos quedan relegados a un tercer plano, el plano de Sony, que es quien paga.
Pero otros detalles también se desdibujan en el perfil propio del personaje. Durante la película no se sabe muy bien lo que bebe o deja de beber. Mony Penny es otra de las pérdidas de la saga, la atractiva y sensual secretaria de M se convierte en un inberbe y tituveante administrativo con menos carisma que una escoba. Es un Bond capaz de dejar sola en una habitación a una hermosa mujer sin enseñarle el calibre del arma que lleva en los pantalones y que es capaz de enamorarse hasta las trancas de una mujer que lo está engañando, haciéndole perder toda noción de la realidad, incluso llegando a dejar su trabajo.
James Bond es mucho más físico, se pasa buena parte de la película corriendo; lo cual en realidad no es malo, pero habiendo leido todo lo anterior... que diferencia a este James Bond de jack Bauer o Jason Bourne, más bien nada y eso, bueno eso no puede ser.
Daniel Craig es James Bond
Pero lo peor de la reinvención del personaje es la elección del actor que lo interpreta. Hasta la fecha daniel Craig había sido un actor de segunda fila, carne de telefilmes fue rescatado para la genial Layer Cake como protagonista. Nada me hizo pensar cuando la vi que ese pudiera convertirse en el nuevo James Bond, y es que Daniel Craig no me parece nada, pero nada, atractivo; más bien es un mulo de carga, grande, feo y fuerte.
Más allá de sus atributos físicos están sus cualidades interpretativas, no se muy bien si debido a sus propias limitaciones o a las consignas del director, el trabajo de Craig como James Bond roza el ridículo, cada vez que sale en un primer plano, no puedo hacer otra cosa que reir y se pasa toda la película con la misma cara de tonto y beodo. Da igual que M le dé un sermón, que un pivón le restriegue las caderas por la entrepierna o que se esté peleando con un negro saltarín de cara quemada, sólo unos azotes en los huevos son capaces de cambiarle un poco el rostro.
Daniel Craig no es un James Bond creible.
Hablemos un poco de la película
Más allá de lo poco entendible de la reconstrucción del personaje, Casino Royale trata las desventuras de un agente del MI6 para que un vendedor de armas no le pegue el timo a unos compradores de armas. O sea que uno de los buenos se rompe los cuernos para que los malos no se maten entre si... más o menos.
El personaje de James Bond no encaja para nada en toda la trama que le crean. Se supone que un tío al que acaban de ascender, se mete por donde le da la gana, crea conflictos internacionales brutales, se cuela en el apartamento de la jefa, usa su ordenador privado y aquí no pasa nada. Digo yo que si llevara dos semanas trabajando en el centro de espionaje español y me metiera en la casa privada de mi jefe y le consultara el correo, como poco, me echarían a la calle, y lo más probable es que me metieran un consejo de guerra por espionaje.
La primera parte de la película dura una hora y sirve para presentar al nuevo Bond y los malos y citarlos en Venecia para una partida de poker descubierto. Pero antes que eso tenemos una hora de peripecias, con dos escenas de acción titánicas, que duran unos veinte minutos cada una y donde no se dice una palabra, o sea que en los primeros 60 minutos de película sólo nos hablarán y narrarán lo que pasa o deja de pasar durante 20. De hecho, justo antes de aparecer en el tren que va a Venecia, llega M a las Bahamas, suelta un "speech" de cinco minutos y te cuenta la situación... y si no te has enterado te jodes.
A partir de ahí la película se vuelve estúpida del todo. Pasando de comentar las ridículas conversaciones entre Vesper y Bond llegamos a la partida de Poker. La partida dura unos 40 minutos, y durante todo ese tiempo, el que no sepa como se juega al Poker descubierto, no sepa lo que es "enviudar" o lo que es "dar el resto" irá un poco perdido. Al principio James Bond pierde todo el dinero y el malo, Le Chiffre se pone muy contento. Pero después, tras hacer un trato con la CIA para que se queden con el malo, Le Chiffre se enfada e intenta matarlo... porqué!? si hace un momento le ha ganado 10 millones, para que lo va a matar pudiéndole ganar 5 millones más? Bueno, en este caso, los medios justifican el fin, y el fin es enseñar una escena de acción totalmente estúpida en la que James Bond es envenenado, para que pueda usar un cacharro que previamente hemos visto en el coche, que curiosamente es el único que tiene, pero más curiosamente todavía es el único que necesita. No contentos con la tontería, el guionista y el director deciden que molaría todavía más que la cosa no acabe de funcionar, pero que la chica al rescate llegue, vea la situación y en un milisegundo sepa lo que pasa y lo arregle... totalmente estúpido.
Así que 007, finalmente, consigue ganar a las cartas pero la CIA, no se sabe muy bien porqué, no hace su trabajo, y el malo escapa. Llega el mejor momento de la película, cuando a Bond le rompen las pelotas, pero en el mejor momento, el malo muere y se descubre que no es el malo, malo, si no algún tipo de malete encubierto que ni pincha ni corta... esto llevando ya una hora y cuarenta minutos de película... ah! vale... genial...
Luego tenemos quince minutos de vomito en línea recta con la historia de amor entre el mulo de carga y la de los gatos acostados encima de los ojos para, finalmente, decubrir que la tipa era de los malos, malos de verdad, pero que prefiere suicidarse a ser una buena chica, así que se encierra y se ahoga, ya lo podría haber hecho una hora antes.
La película tiene un epílogo con cierto regusto a "si, somos conscientes que este Bond no mola, pero en la próxima peli será tal y como os gusta", pero si es verdad... nos hemos tenido que tragar este Bond de mierda. Haciendo honor a la verdad, la película no es tan mala, aunque la parte de las cartas aburre soberanamente, pero añadido a todo lo demás se convierte en un error imperdonable... aunque como nueva aventura de Bourne daría el pego... pero sigue sin ser mi Bond.
Una mala película de James Bond
No es la peor película de James Bond, aunque si creo que Daniel Craig es el peor 007 que ha habido hasta ahora. Sin embargo es una de las malas, como El Mundo Nunca es Suficiente, pero mucho peor que Muere otro Día.
Casino Royale es una película de acción y espias para los que no les gustan las películas de James Bond, para todos aquellos que les sobra el personaje y la tecnología de fantasía. Una reinvención para el gran público, pasando olímpicamente del público fiel, del público mitómano que ha encumbrado generación tras generación a James Bond a lo más alto de la historia del cine.
Yo, como fan de la serie... me siento estafado.
Las comparaciones son odiosas...
Si, pero a veces son necesarias.
Las mil y una caras de Daniel Craig en Casino Royale
Ficha de Casino Royale en Imdb
SithWolf
viernes, 29 de febrero de 2008
jueves, 28 de febrero de 2008
Pozos de Ambición
Poco se puede decir de una de las películas más absolutamente insustanciales que he visto en los últimos tiempos... pero algo intentaré.
Primero de todo felicitar al pedazo de cretino que decidió que "there will be blood" (habrá sangre) no es título para una película y decidió traducirlo por Pozos de Ambición, supongo que debe de ser adicto a las telenovelas o algo, por mi... que le corten la "pilila". Cuando me puse a ver "there will be blood" pensé en que vería una película épica, llena de personajes con carisma y un montón de cosas más... al estilo Leyendas de Pasión, no es que me gustara... pero como también suena a telenovela. Sin embargo me encontré con lo siguiente:
Lo Bueno
La interpretación de Daniel Day-Lewis es muy buena, genial diría yo. Es una pena que este zapatero no se prodigue más en el cine, porqué es un monstruo de la pantalla y él solo puede llenarla. La película, además está muy, pero que muy bien rodada, cada plano, cada toma, cada escena, son una obra de arte y la puesta en escena es también genial, llevándonos a una América del Norte a principios del siglo XX, cuando los pioneros empezaron a excavar la tierra en busca de petroleo.
Lo Malo
El guión no lleva a ningún lado. La historia es tonta como pocas: un tipo uraño e infatigablemente competitivo se pasa la vida siendo así, de uraño y de competitivo. De vez en cuando tiene un hijo y otras veces tiene un hermano, pero poco más. También tiene cierta relación con el párroco de la iglesia del pueblo donde está sacando petroleo, pero la sangre no llega al río... al menos en el pueblo.
Daniel Day-Lewis, es un uen actor, eso lo había dicho antes, y el solo puede llenar la pantalla, también lo había dicho; pero eso no significa que tenga que hacerlo. El grupo coral de actores y actrices le bailan "el corro de la patata" para que don zapatero pueda interpretar cuanto quiera sin que nadie intente darle la réplica. Sólo el cura, al que de vez en cuando sel e va la olla y empieza a gritar, escupir y ponerse rosa como un cerdo, de vez en cuando se le nota un poco de intención al interpretar. El supuesto hermano del protagonista da pena.
Pero bueno, lo peor, peor... el pedazo de tostón que te acabas tragando sin saber muy bien porqué... horrible guión, que a pesar de estar bien dirigido se hace en todo momento lento de cojones.
Lo Feo
Si hay algo que merece un paredón y un montón de señores uniformados y con escopetas en esta película... es la banda sonora. Quien haya perpetrado tal crimen al buen gusto musical, no ha tenido en cuenta la época en la que suceden los hechos, no ha tenido en cuenta el tempo de la película, no ha tenido en cuenta la intención de la escena... y si lo ha tenido en cuenta, es que aún es más malo de lo que parece. Es imposible intentar evitar la sensación de frustración cada vez que se escucha la banda sonora y empieza a chillar como el cerdo rosa aquel de antes al ser degollado.
Daniel, para que tanta tontería
No acabo de entender que regimen de trabajo sigue este hombre. ya que hace tan pocas películas, cada vez que saliera de su Lewis-cueva debería de ser para hacer algo bueno, no? pues no... ni Gangs of NewYork (aunque me guste más que esta) ni Pozos de Ambición.
Ficha de Pozos de Ambición en Imdb
SithWolf
Primero de todo felicitar al pedazo de cretino que decidió que "there will be blood" (habrá sangre) no es título para una película y decidió traducirlo por Pozos de Ambición, supongo que debe de ser adicto a las telenovelas o algo, por mi... que le corten la "pilila". Cuando me puse a ver "there will be blood" pensé en que vería una película épica, llena de personajes con carisma y un montón de cosas más... al estilo Leyendas de Pasión, no es que me gustara... pero como también suena a telenovela. Sin embargo me encontré con lo siguiente:
Lo Bueno
La interpretación de Daniel Day-Lewis es muy buena, genial diría yo. Es una pena que este zapatero no se prodigue más en el cine, porqué es un monstruo de la pantalla y él solo puede llenarla. La película, además está muy, pero que muy bien rodada, cada plano, cada toma, cada escena, son una obra de arte y la puesta en escena es también genial, llevándonos a una América del Norte a principios del siglo XX, cuando los pioneros empezaron a excavar la tierra en busca de petroleo.
Lo Malo
El guión no lleva a ningún lado. La historia es tonta como pocas: un tipo uraño e infatigablemente competitivo se pasa la vida siendo así, de uraño y de competitivo. De vez en cuando tiene un hijo y otras veces tiene un hermano, pero poco más. También tiene cierta relación con el párroco de la iglesia del pueblo donde está sacando petroleo, pero la sangre no llega al río... al menos en el pueblo.
Daniel Day-Lewis, es un uen actor, eso lo había dicho antes, y el solo puede llenar la pantalla, también lo había dicho; pero eso no significa que tenga que hacerlo. El grupo coral de actores y actrices le bailan "el corro de la patata" para que don zapatero pueda interpretar cuanto quiera sin que nadie intente darle la réplica. Sólo el cura, al que de vez en cuando sel e va la olla y empieza a gritar, escupir y ponerse rosa como un cerdo, de vez en cuando se le nota un poco de intención al interpretar. El supuesto hermano del protagonista da pena.
Pero bueno, lo peor, peor... el pedazo de tostón que te acabas tragando sin saber muy bien porqué... horrible guión, que a pesar de estar bien dirigido se hace en todo momento lento de cojones.
Lo Feo
Si hay algo que merece un paredón y un montón de señores uniformados y con escopetas en esta película... es la banda sonora. Quien haya perpetrado tal crimen al buen gusto musical, no ha tenido en cuenta la época en la que suceden los hechos, no ha tenido en cuenta el tempo de la película, no ha tenido en cuenta la intención de la escena... y si lo ha tenido en cuenta, es que aún es más malo de lo que parece. Es imposible intentar evitar la sensación de frustración cada vez que se escucha la banda sonora y empieza a chillar como el cerdo rosa aquel de antes al ser degollado.
Daniel, para que tanta tontería
No acabo de entender que regimen de trabajo sigue este hombre. ya que hace tan pocas películas, cada vez que saliera de su Lewis-cueva debería de ser para hacer algo bueno, no? pues no... ni Gangs of NewYork (aunque me guste más que esta) ni Pozos de Ambición.
Ficha de Pozos de Ambición en Imdb
SithWolf
viernes, 22 de febrero de 2008
Jumper
El nuevo combate entre el bien y el mal en las pantallas viene de la mano de “Jumper”, una vuelta de tuerca de metahumanos maltratados por una sociedad que no los entiende.
Para no andarnos con rodeos, Jumper es mala. Sin embargo tiene cosas aprovechables. Le pasa más o menos lo mismo que a películas como Los Inmortales o Scanners, una buena idea se convierte en una mala película por culpa de los condicionamientos culturales y sobretodo por las penosas actuaciones de sus protagonistas.
Hayden, tú si que vales
Si Hayden Christensen se presentara a Tienes Talento, con bastante probabilidad, entraría por una puerta y saldría por la otra, por mucho que Micky Puig intentara mantenerlo en el programa, dadas sus tendencias sexuales. Sin embargo, no se sabe muy bien porqué, este ser sin capacidad alguna para la interpretación, sigue haciendo películas más allá de su papel como Anakin Skywalker en las precuelas de StarWars. En esas películas tenía cierto sentido que estuviera, George Lucas no sabía como hacerlas peor de lo que las estaba escribiendo, así que decidió solicitar la ayuda de actores del Ameba Art Studio e ir un poco más allá. Pero después de aquello yo pensé que se iría a su casa con una palmadita en la espalda y una beca para hacer películas con Blossom y el Power Rangers rojo… pero no, ahí sigue.
Hablemos de la película
El protagonista es un chico de instituto, hijo de una familia desestructurada, maltratado por sus compañeros “cool” y enamorado de una de las chicas del equipo "fashion", menuda novedad. Un buen día descubre que puede teletransportarse y decide huir y montar su vida por ahí. El chico se dedica a vivir la vida, sin meterse en problemas, ni enfundarse en un traje de lycra para salvar a la humanidad, lo cual empieza a gustarme. Alguien que tiene un poder más allá de lo humano lo usa para fines totalmente egoístas, sin hacer daño a nadie, pero tampoco convirtiéndose en un héroe. Al menos eso es lo que creo yo. A partir de ahí, la película se convierte en un catálogo infumable de banalidades "chic". El chico viste lo último en NewYork y tiene dos Macs en su casa, que debe ser lo más hiperguay en Estados Unidos.
Cierto día, el protagonista se topa con un grupo de personas, encabezados por Samuel L. Jackson (también muy fashion él, con su pelo estilo “copito de nieve”) que tiene la determinaión, no se sabe muy bien porqué de acabar con gente como él, ya que también descubriremos que hay más con ese fantástico poder. Una vez ocurre eso, lo del encuentro entre el metahumano y el metamalo... todo se vuelve aún más absurdo.
El tío tenía un plan
Como ahora sabe que lo persigue una organización extragubernamental preparada para acabar con cualquiera que se interponga en su camino, David (el personaje de Christensen) decide llevarse a su "novieta" de instituto a Roma, por si la tiene que usar de parapeto, suponemos. Y claro... tooodo va encaminado a que los malos acaben por secuestrarla para captar la atención del escurridizo protagonista. Eso tampoco lo había visto nunca, la chica como McGuffin para la batalla final. Jamie Bell interpreta a Griffin, un Jumper curtido en mil batallas que conoce bien de cerca lo que es capaz de hacer el personaje de Jackson, que no es capaz de hacer saltos en el espacio-tiempo, pero si la capacidad de usar chismes a lo James Bond capaces de anular ese poder o aprovecharlo. La batalla final se salda de parte de... bueno, ya os lo podeis imaginar.
Una colección de banalidades
Jumper tiene este grave problema. Ha ido a asegurarse el tanto, sin arriesgar un ápice. Una historia totalmente anodina, correcta y más plana que la interpretación de su protagonista... o más o menos. Se nos ocurren multitud de historias más interesantes, pero se fueron por el retrete, como tantas otras veces.
Ficha de Jumper en Imdb
SithWolf
Para no andarnos con rodeos, Jumper es mala. Sin embargo tiene cosas aprovechables. Le pasa más o menos lo mismo que a películas como Los Inmortales o Scanners, una buena idea se convierte en una mala película por culpa de los condicionamientos culturales y sobretodo por las penosas actuaciones de sus protagonistas.
Hayden, tú si que vales
Si Hayden Christensen se presentara a Tienes Talento, con bastante probabilidad, entraría por una puerta y saldría por la otra, por mucho que Micky Puig intentara mantenerlo en el programa, dadas sus tendencias sexuales. Sin embargo, no se sabe muy bien porqué, este ser sin capacidad alguna para la interpretación, sigue haciendo películas más allá de su papel como Anakin Skywalker en las precuelas de StarWars. En esas películas tenía cierto sentido que estuviera, George Lucas no sabía como hacerlas peor de lo que las estaba escribiendo, así que decidió solicitar la ayuda de actores del Ameba Art Studio e ir un poco más allá. Pero después de aquello yo pensé que se iría a su casa con una palmadita en la espalda y una beca para hacer películas con Blossom y el Power Rangers rojo… pero no, ahí sigue.
Hablemos de la película
El protagonista es un chico de instituto, hijo de una familia desestructurada, maltratado por sus compañeros “cool” y enamorado de una de las chicas del equipo "fashion", menuda novedad. Un buen día descubre que puede teletransportarse y decide huir y montar su vida por ahí. El chico se dedica a vivir la vida, sin meterse en problemas, ni enfundarse en un traje de lycra para salvar a la humanidad, lo cual empieza a gustarme. Alguien que tiene un poder más allá de lo humano lo usa para fines totalmente egoístas, sin hacer daño a nadie, pero tampoco convirtiéndose en un héroe. Al menos eso es lo que creo yo. A partir de ahí, la película se convierte en un catálogo infumable de banalidades "chic". El chico viste lo último en NewYork y tiene dos Macs en su casa, que debe ser lo más hiperguay en Estados Unidos.
Cierto día, el protagonista se topa con un grupo de personas, encabezados por Samuel L. Jackson (también muy fashion él, con su pelo estilo “copito de nieve”) que tiene la determinaión, no se sabe muy bien porqué de acabar con gente como él, ya que también descubriremos que hay más con ese fantástico poder. Una vez ocurre eso, lo del encuentro entre el metahumano y el metamalo... todo se vuelve aún más absurdo.
El tío tenía un plan
Como ahora sabe que lo persigue una organización extragubernamental preparada para acabar con cualquiera que se interponga en su camino, David (el personaje de Christensen) decide llevarse a su "novieta" de instituto a Roma, por si la tiene que usar de parapeto, suponemos. Y claro... tooodo va encaminado a que los malos acaben por secuestrarla para captar la atención del escurridizo protagonista. Eso tampoco lo había visto nunca, la chica como McGuffin para la batalla final. Jamie Bell interpreta a Griffin, un Jumper curtido en mil batallas que conoce bien de cerca lo que es capaz de hacer el personaje de Jackson, que no es capaz de hacer saltos en el espacio-tiempo, pero si la capacidad de usar chismes a lo James Bond capaces de anular ese poder o aprovecharlo. La batalla final se salda de parte de... bueno, ya os lo podeis imaginar.
Una colección de banalidades
Jumper tiene este grave problema. Ha ido a asegurarse el tanto, sin arriesgar un ápice. Una historia totalmente anodina, correcta y más plana que la interpretación de su protagonista... o más o menos. Se nos ocurren multitud de historias más interesantes, pero se fueron por el retrete, como tantas otras veces.
Ficha de Jumper en Imdb
SithWolf
lunes, 18 de febrero de 2008
Monstruoso
J. J. Abrahms (no, no es un portaaviones) nos presenta su última “maravilla”, Monstruoso, cuyo título original es Cloverfield; sin embargo, una vez vista la película podemos afirmar que le pega mucho más el título en castellano… es una experiencia monstruosa.
Y a mi que…
La película empieza con unos treinta minutos, puede que incluso más, que cuenta la fiesta de despedida que un grupo de gente ha preparado a un chico que se va a trabajar a Japón. Digo un grupo de gente, por qué la mayoría van a la fiesta porqué va tal o pascual, pasando olímpicamente del homenajeado en cuestión. Todo eso empieza importando más bien poco, continúa por aburrir soberanamente y finalmente, cuando todo parece convertirse en un capítulo de relleno de “Sensación de Vivir” acaba por cabrear. Resulta que el que se “pira” a Japón se acostó con una amiga de toda la vida, que siempre se han amado pero nunca se lo han dicho el uno al otro… “no me importa lo más mínimo, yo vengo a ver al monstruo, oiga.”
Sin embargo, si que importa, porqué una vez presentado el monstruo (que no visto el monstruo) el chico se emperra en salvar a la chica, que se ha quedado encerrada en su apartamento, debido al desplome de éste. Sigue sin importarme lo más mínimo y la tensión transmitida por los personajes de la película es comparable a la de un capítulo de los Pokemon. Los supuestos protagonistas de la cinta (nunca mejor dicho) van muriendo uno tras otro y sigue sin dar la más mínima sensación de tristeza, entre otras cosas por la horrible interpretación de todo el elenco de “actores”, más bien un “si, venga, vale… que muera otro, va, que quiero ver el monstruo”.
Tío, enfoca… tío!
Pero no, el monstruo no se ve. Se intuye, más o menos… a lo mejor. De hecho, yo diría que el monstruo va cambiando, mutando. Vamos, que es diferente a cada momento de la película. Ahora me muevo a cuatro patas, ahora voy de pie, ahora tengo tentáculos, ahora tengo cola, ahora me va a estallar el cerebro…
Sabía perfectamente al comprar la entrada del cine (si, voy al cine y compro mis entradas, piratas, que sois unos piratas!) lo que iba a ver. Un “Proyecto de la Bruja de Blair” con monstruo en vez de bruja. No me parecía mal, había quedado bastante impresionado con REC y creía que con los medios y el talento suficientes se podía hacer algo mejor, más interesante o al menos por el estilo, que me mantuviera en tensión gracias al medio, más personal e inmersivo.
Lo que no sabía es que el único interesado en saber del monstruo y verlo con cierta atención, iba a ser yo. Supongo que debe ser que la gente que vive en Estados Unidos ya está acostumbrada a que monstruos gigantes salidos de las profundidades del océano revienten la ciudad, por qué si no, no alcanzo a entender la falta de curiosidad por parte de los protagonistas, “que viene el monstruo!!! Pero si eso mejor enfoco a mis colegas debajo de un coche muertos de miedo”. Esto, claramente, es un recurso narrativo del director para dejar con las ganas a la audiencia, pero queda, por no usar palabras menos entendibles, como el puto culo. Es totalmente estúpido que no sientan mayor interés, más curiosidad y que lo único que los motive es salvar a la chica, que ni eso, porqué digo que yo que uno querrá salvar a la chica, pero los otros? Que pasa… no tienen familias? No quieren saber como están sus padres, madres y hermanos? No, claro, como no han salido al principio de la película no interesan, son personajes corales, carnaza para el monstruo o sus pulguitas.
Pues lo poco que he visto no me ha gustado
Pues no, el monstruo es bastante estúpido en si mismo. En realidad no te cuentan mucho de él, pero es que él por si mismo tampoco cuenta mucho. Los lobos se meten en las granjas para comer gallinas, los zorros roban huevos, más o menos todos tenemos nuestras motivaciones, y en el reino animal esas motivaciones son muy claras (comer, beber, procrear, son un ejemplo). Sin embargo este monstruo parece no tener motivación alguna, a lo mejor no le gusta Nueva York, o es un excomponente mutante de Friends cabreado con el fin de la serie… yo tengo una teoría, es el primo de Godzilla, que al enterarse que semejante gilipollas iba a ir a trabajar a Japón, prefirió cargarse media ciudad antes de permitirlo.
Pero bueno, a lo que iba. El monstruo parece no tener motivación alguna, simplemente sirve de pretexto para gastarse millones de petrodólares de Wisconsin y para darnos esa información absurda con cuenta gotas. Como ya he dicho antes, además parece que el monstruo vaya cambiando de forma a medida que transcurre la tontería, digo… la película.
Como es normal, poco a poco nos van enseñando cada vez un poco más. Que tíos más avispados. Hasta que al final, aparece en pleno esplendor, en medio del Central Park, después de que nuestros absurdos protagonistas hayan sobrevivido a un accidente de helicóptero (“madre de Dios, quiero irme a mi casa”, pensé en ese momento). El monstruo está justo encima de uno de los protagonistas, el chico está quieto, pero el bicho lo vé, baja, lo mastica y lo suelta. Resultado, protagonistas capullos “0”, monstruo “varios”, que ya habían muerto unos cuantos previamente. Ahora viene el ejercicio de aproximación. Supongamos que nosotros somos el monstruo, vamos de pie por la montaña y de repente nos encontramos con una hormiga. La vemos y sentimos ira, porqué claro como es pequeña puede meterse por sitios donde nosotros no podemos, que cabrona! Así que la eliminaremos. Para hacerlo no usaremos nuestros pies ni nuestras manos, mucho mejor… nos contorsionaremos para comérnosla de un solo bocado con la boca, que sabroso! Hormiga y unos cuantos puñados de tierra revoloteando por nuestra garganta… mmmmmmm. Pero como no nos la queremos comer, la escupimos y la hormiga cae al suelo muerta. A que es totalmente estúpido? Pues entonces porqué tiene que ser normal para un monstruo, porqué el monstruo es estúpido? Y porqué no se quedó jugando con el petrolero en el puerto mientras hacía gugu-gaga.
Finalmente, para terminar con el monstruo, ahí están las pulgas. El bicharraco de Cloverfield, además de estúpido es un cerdo. Hace años que no se ducha y tiene pulgas. Claro, estas pulgas de monstruo tienen el tamaño de un mastín y la mala hostia de una suegra (perdón a las suegras, pero es un chiste cultural). No se sabe tampoco que hacen, para que sirven, ni nada… yo supongo que la película les quedaba muy sosa una vez se meten dentro del metro y el monstruo grande deja de ser un problema, así que dijeron “y porqué no hacemos unos más pequeños?” y ala, y punto… como se hacen las cosas buenas, sin pensar. Y aún hay unos monstruos más pequeños, unos monstruitos talibanes, que miden más o menos lo que un virus y que cuando llegan a dentro del cuerpo estallan sus micromochilas y hacen explotar al huésped desde dentro… bufffff… ese es el monstruo, un compendio de gilipolleces sin ton ni son. Una cosa es que no nos lo quieran contar y otra cosa es que no tenga sentido alguno.
Cloverfield, la saga... que me esperen
Pues nada, después de haber leído todo esto supondréis que no me ha gustado mucho. Os equivocáis, me ha parecido una auténtica mierda inaprovechable y eso que me gusta rascar de la nada, pero aquí no hay nada que rascar.
Así que, estupefacto me he quedado al saber que va a haber una segunda parte, genial… yo, esta vez no pagaré por verla porqué la vida pirata es la vida mejor.
Ficha de Monstruoso en Imdb
SithWolf
Y a mi que…
La película empieza con unos treinta minutos, puede que incluso más, que cuenta la fiesta de despedida que un grupo de gente ha preparado a un chico que se va a trabajar a Japón. Digo un grupo de gente, por qué la mayoría van a la fiesta porqué va tal o pascual, pasando olímpicamente del homenajeado en cuestión. Todo eso empieza importando más bien poco, continúa por aburrir soberanamente y finalmente, cuando todo parece convertirse en un capítulo de relleno de “Sensación de Vivir” acaba por cabrear. Resulta que el que se “pira” a Japón se acostó con una amiga de toda la vida, que siempre se han amado pero nunca se lo han dicho el uno al otro… “no me importa lo más mínimo, yo vengo a ver al monstruo, oiga.”
Sin embargo, si que importa, porqué una vez presentado el monstruo (que no visto el monstruo) el chico se emperra en salvar a la chica, que se ha quedado encerrada en su apartamento, debido al desplome de éste. Sigue sin importarme lo más mínimo y la tensión transmitida por los personajes de la película es comparable a la de un capítulo de los Pokemon. Los supuestos protagonistas de la cinta (nunca mejor dicho) van muriendo uno tras otro y sigue sin dar la más mínima sensación de tristeza, entre otras cosas por la horrible interpretación de todo el elenco de “actores”, más bien un “si, venga, vale… que muera otro, va, que quiero ver el monstruo”.
Tío, enfoca… tío!
Pero no, el monstruo no se ve. Se intuye, más o menos… a lo mejor. De hecho, yo diría que el monstruo va cambiando, mutando. Vamos, que es diferente a cada momento de la película. Ahora me muevo a cuatro patas, ahora voy de pie, ahora tengo tentáculos, ahora tengo cola, ahora me va a estallar el cerebro…
Sabía perfectamente al comprar la entrada del cine (si, voy al cine y compro mis entradas, piratas, que sois unos piratas!) lo que iba a ver. Un “Proyecto de la Bruja de Blair” con monstruo en vez de bruja. No me parecía mal, había quedado bastante impresionado con REC y creía que con los medios y el talento suficientes se podía hacer algo mejor, más interesante o al menos por el estilo, que me mantuviera en tensión gracias al medio, más personal e inmersivo.
Lo que no sabía es que el único interesado en saber del monstruo y verlo con cierta atención, iba a ser yo. Supongo que debe ser que la gente que vive en Estados Unidos ya está acostumbrada a que monstruos gigantes salidos de las profundidades del océano revienten la ciudad, por qué si no, no alcanzo a entender la falta de curiosidad por parte de los protagonistas, “que viene el monstruo!!! Pero si eso mejor enfoco a mis colegas debajo de un coche muertos de miedo”. Esto, claramente, es un recurso narrativo del director para dejar con las ganas a la audiencia, pero queda, por no usar palabras menos entendibles, como el puto culo. Es totalmente estúpido que no sientan mayor interés, más curiosidad y que lo único que los motive es salvar a la chica, que ni eso, porqué digo que yo que uno querrá salvar a la chica, pero los otros? Que pasa… no tienen familias? No quieren saber como están sus padres, madres y hermanos? No, claro, como no han salido al principio de la película no interesan, son personajes corales, carnaza para el monstruo o sus pulguitas.
Pues lo poco que he visto no me ha gustado
Pues no, el monstruo es bastante estúpido en si mismo. En realidad no te cuentan mucho de él, pero es que él por si mismo tampoco cuenta mucho. Los lobos se meten en las granjas para comer gallinas, los zorros roban huevos, más o menos todos tenemos nuestras motivaciones, y en el reino animal esas motivaciones son muy claras (comer, beber, procrear, son un ejemplo). Sin embargo este monstruo parece no tener motivación alguna, a lo mejor no le gusta Nueva York, o es un excomponente mutante de Friends cabreado con el fin de la serie… yo tengo una teoría, es el primo de Godzilla, que al enterarse que semejante gilipollas iba a ir a trabajar a Japón, prefirió cargarse media ciudad antes de permitirlo.
Pero bueno, a lo que iba. El monstruo parece no tener motivación alguna, simplemente sirve de pretexto para gastarse millones de petrodólares de Wisconsin y para darnos esa información absurda con cuenta gotas. Como ya he dicho antes, además parece que el monstruo vaya cambiando de forma a medida que transcurre la tontería, digo… la película.
Como es normal, poco a poco nos van enseñando cada vez un poco más. Que tíos más avispados. Hasta que al final, aparece en pleno esplendor, en medio del Central Park, después de que nuestros absurdos protagonistas hayan sobrevivido a un accidente de helicóptero (“madre de Dios, quiero irme a mi casa”, pensé en ese momento). El monstruo está justo encima de uno de los protagonistas, el chico está quieto, pero el bicho lo vé, baja, lo mastica y lo suelta. Resultado, protagonistas capullos “0”, monstruo “varios”, que ya habían muerto unos cuantos previamente. Ahora viene el ejercicio de aproximación. Supongamos que nosotros somos el monstruo, vamos de pie por la montaña y de repente nos encontramos con una hormiga. La vemos y sentimos ira, porqué claro como es pequeña puede meterse por sitios donde nosotros no podemos, que cabrona! Así que la eliminaremos. Para hacerlo no usaremos nuestros pies ni nuestras manos, mucho mejor… nos contorsionaremos para comérnosla de un solo bocado con la boca, que sabroso! Hormiga y unos cuantos puñados de tierra revoloteando por nuestra garganta… mmmmmmm. Pero como no nos la queremos comer, la escupimos y la hormiga cae al suelo muerta. A que es totalmente estúpido? Pues entonces porqué tiene que ser normal para un monstruo, porqué el monstruo es estúpido? Y porqué no se quedó jugando con el petrolero en el puerto mientras hacía gugu-gaga.
Finalmente, para terminar con el monstruo, ahí están las pulgas. El bicharraco de Cloverfield, además de estúpido es un cerdo. Hace años que no se ducha y tiene pulgas. Claro, estas pulgas de monstruo tienen el tamaño de un mastín y la mala hostia de una suegra (perdón a las suegras, pero es un chiste cultural). No se sabe tampoco que hacen, para que sirven, ni nada… yo supongo que la película les quedaba muy sosa una vez se meten dentro del metro y el monstruo grande deja de ser un problema, así que dijeron “y porqué no hacemos unos más pequeños?” y ala, y punto… como se hacen las cosas buenas, sin pensar. Y aún hay unos monstruos más pequeños, unos monstruitos talibanes, que miden más o menos lo que un virus y que cuando llegan a dentro del cuerpo estallan sus micromochilas y hacen explotar al huésped desde dentro… bufffff… ese es el monstruo, un compendio de gilipolleces sin ton ni son. Una cosa es que no nos lo quieran contar y otra cosa es que no tenga sentido alguno.
Pues nada, después de haber leído todo esto supondréis que no me ha gustado mucho. Os equivocáis, me ha parecido una auténtica mierda inaprovechable y eso que me gusta rascar de la nada, pero aquí no hay nada que rascar.
Así que, estupefacto me he quedado al saber que va a haber una segunda parte, genial… yo, esta vez no pagaré por verla porqué la vida pirata es la vida mejor.
Ficha de Monstruoso en Imdb
SithWolf
miércoles, 6 de febrero de 2008
John Rambo
John Rambo vuelve a la carga después de años de autorreclusión. Castigado por su país, el tiempo, el colesterol y los esteroides, Rambo no puede olvidar quien es: una máquina de matar bien engrasada, a pesar de los años.
La nueva entrega del personaje creado por David Morrell nos remonta a aquel “acorralado” que volvía de la guerra del Vietnam y que no podía dejar atrás su propio infierno. De hecho, directamente, relega al olvido la segunda y la tercera parte, como si no hubieran existido. Aquellos panfletos americanos del héroe nacional creado para la guerra al servicio de la paz desaparecen por completo; ni siquiera en las más recónditas pesadillas de Rambo aparece un solo fotograma de esas vivencias olvidadas. John Rambo, podría decirse, es la continuación de Acorralado.
Una película de autor
A diferencia de ciertos realizadores “acerdados” con barba que se han pasado las últimas décadas metidos en un zulo (para más reseñas, empieza por George y acaba por Lucas), Sylvester Stallone demuestra que ha visto mucho cine y que, por suerte, le ha servido bastante. John Rambo es una película bien dirigida, abusa de vez en cuando de la cámara en hombro… pero, ¿quien no lo hace hoy en día?
Pero, no sólo está bien dirigida, si no que además se nota que el señor Stallone, que ya tiene los años y la experiencia (sobretodo los años) para dar órdenes, ha querido pillar el proyecto por los cuernos y hacérselo suyo. Ha dado al personaje los matices que él cree que conforman a Rambo y se ha tomado la licencia de usar ciertos recursos narrativos ciertamente ingeniosos.
John Rambo es un tío amargado, sin raíces ni creencias, casi podría decirse que no tiene principios… pero en realidad no es más que una bestia adormecida. Cuando unos integrantes de una ONG le piden ayuda para remontar un río y llevarlos hasta su centro de ayuda en Tailandia, John Rambo se niega en banda. Tiene su vida hecha. Apartado de todo y de todos, mirando únicamente por él y por aquellos que le rodean en un círculo tan pequeño como el que pudiera tener El Pequeño Príncipe. Sin embargo, bajo la insistencia de la joven Sara (Julie Benz), Rambo acaba accediendo. Después de un pequeño incidente con unos piratas la bestia despierta y el pequeño empujón que necesita para empezar a destrozarlo todo es la noticia de que su grupo de cooperantes ha sido secuestrado por el corrupto ejército tailandés. En ese momento Stallone toma la palabra y nos cuenta como ve él al personaje, mientras se hace un machete digno de un Uruk-Hai: no puedes negar lo que eres y blablabla... Vamos, que a Rambo se la pela el bando, sólo necesita la excusa y pobre de aquel que se le ponga por delante. Rambo es una máquina de matar, el auténtico Death Dealer. Otro momento curioso es el de los mercenarios en la barca, cuando el veterano comenta que los de la ONG mucho venir a países necesitados, pero luego son ellos, demonios de la guerra, los que tienen que sacar las castañas del fuego. Rambo lo mira mal, pero parece que Stallone piense “lo iba a decir yo, pero me pillas con las manos ocupadas”. Este es el Sly guionista.
En el otro rincón (como si esto fuera Rocky) tenemos al Sly director. La película tiene momentos de extrema crueldad, uno de los más impactantes es cuando el ejército irrumpe para secuestrar a los integrantes de la ONG. Si creían haberlo visto todo, es posible que se sorprendan. Faltaban algunas aberraciones por ver y con John Rambo cubriremos bastante cupo, aún faltará algo… seguro. Es una escena larga, además, las perrerías se suceden: explosiones, muerte, destrucción, un caos total, del que Stallone diría en sus entrevistas: la guerra es así y no quería ocultarlo. Sin embargo, en cuanto acaba la escena, aparece John Rambo, sentado en una barca, alejado de la acción, de noche, mientras llueve. Mira al cielo, con su cara apenada (la que tiene), como pidiéndonos disculpas por lo que nos ha hecho ver, como diciendo: es que la guerra es así, y no quería ocultarlo.
Creo haber visto una película de Zombies
Este fue el acertadísimo comentario de mi compañero cuando salimos de la sala. Pues sí, es cierto. Por un lado hay un maduro intento de hacer una película de una persona destruida por su pasado, reconvertida en ángel del infierno. Por el otro, hay un grupo de mercenarios que se enfrentan a un ejército sin organización, jerarquía o conocimiento mínimo de táctica militar y que además, para asombro de todos, carece totalmente de juicio ni de instinto de supervivencia.
Es un ejército ilimitado de soldados uniformados cuyo único pretexto es morir de todas las maneras posibles. Se entiende que son un ejército formado a partir del secuestro de menores, obligados a luchar, seguramente drogados hasta las cejas pero no se acaba de entender, sobretodo en la catarsis final, que no se den cuenta de donde vienen las balas y que hacer para esquivarlas… el principio de corre y no mires atrás.
Ni más ni menos
John Rambo es una película de acción, podría decir que una buena película de acción. Pero seguramente parte de ese comentario sea subjetivo, debido a tantísima basura que me he tenido que tragar últimamente (como por ejemplo Soy Leyenda… para aquellos que queráis dejar un comentario sobre ella aquí también). Al menos, de lo que puedo estar seguro es que no decepciona. Es brutal, tiene mucha acción y el tosco y bestia de John Rambo hace las mil y una para agradar a su público: mata silenciosamente con su arco, destroza caras con sus puños, asesina indiscriminadamente con armas de fuego varias y, finalmente, desolla como nadie a los malos malísimos (ah, y como no... no hay escenas de sexo). Posiblemente, el mejor Rambo.
Ficha de John Rambo en Imdb
SithWolf
La nueva entrega del personaje creado por David Morrell nos remonta a aquel “acorralado” que volvía de la guerra del Vietnam y que no podía dejar atrás su propio infierno. De hecho, directamente, relega al olvido la segunda y la tercera parte, como si no hubieran existido. Aquellos panfletos americanos del héroe nacional creado para la guerra al servicio de la paz desaparecen por completo; ni siquiera en las más recónditas pesadillas de Rambo aparece un solo fotograma de esas vivencias olvidadas. John Rambo, podría decirse, es la continuación de Acorralado.
Una película de autor
A diferencia de ciertos realizadores “acerdados” con barba que se han pasado las últimas décadas metidos en un zulo (para más reseñas, empieza por George y acaba por Lucas), Sylvester Stallone demuestra que ha visto mucho cine y que, por suerte, le ha servido bastante. John Rambo es una película bien dirigida, abusa de vez en cuando de la cámara en hombro… pero, ¿quien no lo hace hoy en día?
Pero, no sólo está bien dirigida, si no que además se nota que el señor Stallone, que ya tiene los años y la experiencia (sobretodo los años) para dar órdenes, ha querido pillar el proyecto por los cuernos y hacérselo suyo. Ha dado al personaje los matices que él cree que conforman a Rambo y se ha tomado la licencia de usar ciertos recursos narrativos ciertamente ingeniosos.
John Rambo es un tío amargado, sin raíces ni creencias, casi podría decirse que no tiene principios… pero en realidad no es más que una bestia adormecida. Cuando unos integrantes de una ONG le piden ayuda para remontar un río y llevarlos hasta su centro de ayuda en Tailandia, John Rambo se niega en banda. Tiene su vida hecha. Apartado de todo y de todos, mirando únicamente por él y por aquellos que le rodean en un círculo tan pequeño como el que pudiera tener El Pequeño Príncipe. Sin embargo, bajo la insistencia de la joven Sara (Julie Benz), Rambo acaba accediendo. Después de un pequeño incidente con unos piratas la bestia despierta y el pequeño empujón que necesita para empezar a destrozarlo todo es la noticia de que su grupo de cooperantes ha sido secuestrado por el corrupto ejército tailandés. En ese momento Stallone toma la palabra y nos cuenta como ve él al personaje, mientras se hace un machete digno de un Uruk-Hai: no puedes negar lo que eres y blablabla... Vamos, que a Rambo se la pela el bando, sólo necesita la excusa y pobre de aquel que se le ponga por delante. Rambo es una máquina de matar, el auténtico Death Dealer. Otro momento curioso es el de los mercenarios en la barca, cuando el veterano comenta que los de la ONG mucho venir a países necesitados, pero luego son ellos, demonios de la guerra, los que tienen que sacar las castañas del fuego. Rambo lo mira mal, pero parece que Stallone piense “lo iba a decir yo, pero me pillas con las manos ocupadas”. Este es el Sly guionista.
En el otro rincón (como si esto fuera Rocky) tenemos al Sly director. La película tiene momentos de extrema crueldad, uno de los más impactantes es cuando el ejército irrumpe para secuestrar a los integrantes de la ONG. Si creían haberlo visto todo, es posible que se sorprendan. Faltaban algunas aberraciones por ver y con John Rambo cubriremos bastante cupo, aún faltará algo… seguro. Es una escena larga, además, las perrerías se suceden: explosiones, muerte, destrucción, un caos total, del que Stallone diría en sus entrevistas: la guerra es así y no quería ocultarlo. Sin embargo, en cuanto acaba la escena, aparece John Rambo, sentado en una barca, alejado de la acción, de noche, mientras llueve. Mira al cielo, con su cara apenada (la que tiene), como pidiéndonos disculpas por lo que nos ha hecho ver, como diciendo: es que la guerra es así, y no quería ocultarlo.
Creo haber visto una película de Zombies
Este fue el acertadísimo comentario de mi compañero cuando salimos de la sala. Pues sí, es cierto. Por un lado hay un maduro intento de hacer una película de una persona destruida por su pasado, reconvertida en ángel del infierno. Por el otro, hay un grupo de mercenarios que se enfrentan a un ejército sin organización, jerarquía o conocimiento mínimo de táctica militar y que además, para asombro de todos, carece totalmente de juicio ni de instinto de supervivencia.
Es un ejército ilimitado de soldados uniformados cuyo único pretexto es morir de todas las maneras posibles. Se entiende que son un ejército formado a partir del secuestro de menores, obligados a luchar, seguramente drogados hasta las cejas pero no se acaba de entender, sobretodo en la catarsis final, que no se den cuenta de donde vienen las balas y que hacer para esquivarlas… el principio de corre y no mires atrás.
Ni más ni menos
John Rambo es una película de acción, podría decir que una buena película de acción. Pero seguramente parte de ese comentario sea subjetivo, debido a tantísima basura que me he tenido que tragar últimamente (como por ejemplo Soy Leyenda… para aquellos que queráis dejar un comentario sobre ella aquí también). Al menos, de lo que puedo estar seguro es que no decepciona. Es brutal, tiene mucha acción y el tosco y bestia de John Rambo hace las mil y una para agradar a su público: mata silenciosamente con su arco, destroza caras con sus puños, asesina indiscriminadamente con armas de fuego varias y, finalmente, desolla como nadie a los malos malísimos (ah, y como no... no hay escenas de sexo). Posiblemente, el mejor Rambo.
Ficha de John Rambo en Imdb
SithWolf
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